La muerte de un ser querido es uno de los eventos más dolorosos de la vida.
El duelo es un proceso complejo y hay muchos pasos para hacerlo.
En el mundo actual, hay que "deshacerse" de la pena, lo más pronto posible. Pero el proceso de curación de esta ausencia toma tiempo, es el momento para establecer una nueva relación con el fallecido.
Es necesario encontrar un nuevo equilibrio, ya que fue interrumpida con la pérdida de un ser querido.
El dolor del duelo puede ser tanto emocional como físico.
Para muchas personas que están en duelo de un ser querido, la primera reacción es negar la pérdida.
En primer lugar, debemos recordarla a través de los momentos más importantes de la persona fallecida, es un periodo doloroso de trastorno emocional, pero es un paso importante en el proceso del duelo.
Algunas personas tratan de evitar el dolor del duelo por la sublimación del ser querido.
A veces la ira se asocia con el duelo, y puede ser dirigido hacia la persona fallecida, porque esta nos ha abandonado. Racionalmente, sabemos que la persona no tiene la culpa pero emocionalmente podemos hacerla responsable de la causa de nuestro dolor.
Es fundamental sentir tristeza, enojo y otras emociones.
Experimentar el dolor por la pérdida de un ser querido es complicado, pero es un paso importante hacia la curación.
Es un momento en el que es primordial tener el apoyo de otros miembros de la familia o amigos que están también en duelo, o para dedicar más tiempo a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido.
La relación que tenía con el fallecido no desaparece con su ausencia.
Es esencial aprender a aceptar la muerte de un ser querido, sin olvidarlo.
La función del duelo es también una oportunidad y una manera de venerar a un ser querido.